Y los derechos sexuales de las adolescentes...?
El embarazo adolescente es una realidad en nuestra sociedad. Según la Organización Mundial de la Salud, se es adolescente de los 10 a los 19 años, siendo de los 20 a los 35 años la edad idónea para el embarazo.
Se trata no solamente de un asunto privado sino de una problema social que debemos de atender porque los embarazos a temprana edad pueden ser resultado de una falta de educación sexual o falta de acceso a métodos anticonceptivos, también pueden originarse por razones de violencia familiar, pobreza, desigualdad de género, falta de oportunidades, causas, todas ellas, que se pueden prevenir, protegiendo con ello a las mujeres adolescentes.
La realidad es que dicho embarazo puede poner en riesgo la salud de la mujer adolescente, así como la de su hijo o hija. Al mismo tiempo, los hombres adolescentes que han procreado, no saben qué hacer, se desentienden de la salud y situación de su pareja y en muchas ocasiones no se responsabilizan de su hijo o una hija.
Por ejemplo, 10 mil adolescentes se embarazan al año en Nuevo León, según datos de la Secretaría de Salud del Estado. Esta cifra equivale a 833 embarazos mensuales y que en promedio son uno cada hora. 32% de los embarazos que se registran en la entidad son de adolescentes. Sin duda, merece toda nuestra atención.
Es necesario atender el problema del embarazo adolescentes y garantizar los adecuados servicios de salud, de educación, de comunicación, de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia, de desarrollo, de cultura, entre otros, para lograr decisiones libres y responsables de las y los adolescentes.
El desarrollo de las y los adolescentes es una realidad en la que todas y todos podemos apoyar: familias, escuelas, medios de comunicación, gobierno. Prevenimos si conocemos la situación de las y los adolescentes, los acompañamos, los apoyamos, garantizamos el cumplimiento de sus derechos Todos y todas somos uno, más allá de la edad.